El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, justificó la importación de gas y petróleo mientras se desarrollan los proyectos de búsqueda de hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta y minimizó la caída en la producción local del crudo
Datos oficiales revelan que la refinación de petróleo cayó a 500.000 barriles diarios promedio, cuando en 2016 superaban los 511.0000. En marzo, totalizaron 488.000 barriles, lo que implicó una disminución de 6% frente al mismo mes del año pasado. La caída del consumo por la suba de precios en los surtidores impactó duro en el trimestre de 2017: se refinó 3,6% menos que en igual período de 2016. “Va a haber equilibrio entre la producción y las oportunidades para importar crudo local”, afirmó el ministro.
Durante la gira asiática junto a Mauricio Macri, Aranguren dijo que el sector hidrocarburífero local se ajusta al actual escenario de precios del crudo, aunque admitió: “Honestamente, estamos más preocupados por los precios del gas natural que los del petróleo”.
El ministro concedió una entrevista a S&P Global, la plataforma informativa de McGraw Hill Financial, empresa estadounidense de calificación crediticia y elaboración de análisis para los mercados financieros y de productos básicos a nivel global, a la que también pertenece Standard & Poor’s.
Ante los micrófonos de periodistas japoneses, el ministro recordó que “en el caso del petróleo estamos importando pocos cargamentos al año, así que no estamos tan preocupados (por el precio)”. Pero en cuanto a la importación de gas, expresó su desvelo: “Actualmente se paga un precio de alrededor de u$s 5,5 a u$s 6 el millón de BTU (unidad térmica británica), cuando el valor de referencia Henry Hub (el mayor mercado spot y de futuros de gas natural de Estados Unidos) está en u$s 3”, manifestó.
Teniendo en cuenta los costos de licuefacción, transporte y regasificación del LNG, Aranguren dijo que “en el caso argentino los precios marginales son más altos, por eso tenemos algunos incentivos para que las empresas locales aumenten la producción”.
En cambio, el funcionario consideró que el valor del crudo en torno de u$s 50 el barril están proporcionando a la Argentina una fuerte oportunidad para impulsar la expansión de la incipiente industria de Shale Oil, lo que en última instancia ayudará a mejorar la eficiencia de todo el sector de petróleo y gas. “Por supuesto estamos produciendo petróleo, pero hay que tener en cuenta que nuestra mezcla de energía está dominada por gas natural, que representa 54% de nuestra mezcla primaria”, sostuvo el ministro, tras participar en el Foro Económico Japón-Argentina.
“Lo que este nuevo escenario de precios está dando a todo el sector de petróleo y gas -añadió- es la oportunidad de mejorar nuestra eficiencia para ser más competitivos, incluso a este bajo precio”, sostuvo, y agregó: “Por supuesto, con un precio más alto hay más oportunidades, pero en este caso particular creo que el sector argentino se ajusta a este escenario de precios”.
Aranguren, quien acompañó al Presidente junto a otros ministros en la visita oficial a Dubái, China y Japón, recordó los acuerdos por productividad firmados con empresarios y sindicatos, con reducciones de jornadas laborales y otras modificaciones del convenio colectivo de trabajo, que implicaría una flexibilización de determinadas condiciones. “Las compañías me dicen que si conseguimos mejorar la productividad en el país, particularmente la de la mano de obra, pueden hacer frente a este escenario de precios”, justificó.
La nota publicada por Takeo Kumagai el 19 de mayo pasado destacó que la Argentina comenzó la producción de uno de los mayores recursos de petróleo no convencional del mundo y que ahora se espera que contrarresten la disminución de la producción de crudo convencional en los campos maduros.
Aranguren estimó que las inversiones en la formación neuquina Vaca Muerta rondarán entre entre u$s 3.500 y u$s 4.000 millones este año y que ascenderán en 2018 a alrededor de u$s 10.000 millones. Además, calculó que a partir de 2019 esas inversiones aumentarán aún más, hasta llegar a u$s 15.000 o u$s 20.000 millones por año en un período de seis años.
Pero para aumentar la producción de shale en Vaca Muerta, Aranguren aseguró que se requerirá construir infraestructura. “Necesitamos compañías, inclusive japonesas como Mitsui y Marubeni, que estén preparadas para invertir en midstream (básicamente transporte y almacenamiento), a fin de desarrollar gasoductos, facilitar la producción temprana e instalar ferrocarriles, con el objeto de traer arena, tuberías y agua a la zona donde producimos petróleo y gas no convencionales”, señaló el ministro.
Por último, Aranguren confirmó que se avanza con los preparativos del lanzamiento de la primera ronda de licitación para explorar hidrocarburos offshore en alta mar a fin de año. “Estamos dando algunos primeros pasos para asegurarnos que para la próxima década tendremos un montón de proyectos en preparación para satisfacer las necesidades energéticas del país”.